Las anualidades suelen ser recomendables para las siguientes personas:

Personas cercanas a la jubilación: Aquellos que están próximos a retirarse y buscan garantizar un ingreso regular durante su vejez. Las anualidades les permiten convertir sus ahorros en un flujo de pagos periódicos de por vida.

Personas sin pensión: Quienes no tienen acceso a una pensión laboral o del gobierno pueden utilizar una anualidad para crear su propio plan de ingresos para la jubilación.

Personas conservadoras: Aquellas con un perfil de riesgo bajo y que prefieren inversiones más seguras y estables en lugar de inversiones más volátiles como las acciones.

Personas que buscan beneficios fiscales: Las anualidades ofrecen ciertos beneficios fiscales, como el diferimiento de impuestos sobre las ganancias hasta que se reciben los pagos.

Personas con necesidades de ingresos específicas: Quienes requieren un flujo de ingresos predecible y garantizado, como para cubrir gastos médicos o de manutención.

En general, las anualidades son una opción atractiva para aquellos que priorizan la seguridad financiera a largo plazo y desean protegerse contra el riesgo de agotar sus ahorros durante la jubilación.